Hoy día, una persona en Guatemala sube a su blog un comentario sobre el último capítulo de su serie favorita de televisión. Inmediatamente, un brasileño a cientos de kilómetros de distancia, quien también vio el show, responde y deja sus comentarios. Es probable que entre estas dos personas haya más cosas en común que lo que tiene el guatemalteco con un paisano que vive a pocos metros de distancia de él.
La tecnología ha democratizado la información para la humanidad, sin embargo, también ha generado una distancia abismal entre quienes tienen acceso a ella y quienes no. Incluso se margina a personas que pudiendo usarla, optan por vivir desconectados. Este fenómeno de exclusión se conoce como “analfabetismo tecnológico”, a lo que yo llamo “Analfabetismo 2.0”, y se refiere a la incapacidad para utilizar las nuevas tecnologías, tanto en la vida diaria como en el trabajo y no está relacionado necesariamente con la carencia de educación formal.
La brecha digital está obligando a todas las disciplinas profesionales a reinventarse. El “Cluetrain Manifesto” que trata sobre los nuevos paradigmas en comunicación, deja claro el punto para la Publicidad: “Las compañías que asumen que los mercados en línea son iguales a los mercados que ven sus anuncios por televisión, se engañan a sí mismas”.
Ante nuestros ojos se están desarrollando divisiones sociales y se están formando “clusters” en todo el mundo, dentro de un mismo país conviven personas globalizadas en términos de información y otras completamente aisladas.
Colombia detectó que el 30 por ciento de los habitantes no tienen ningún conocimiento sobre informática, un índice alto, si se compara con países desarrollados en Europa y Asia, donde el nivel de analfabetismo digital no supera el tres por ciento. Como consecuencia el gobierno se comprometió a digitalizar las escuelas públicas iniciando por Cartagena. Por otro lado, está el caso de Venezuela en donde el calculo es de dos millones de personas y en donde también se arrancó un ambicioso plan nacional de alfabetización tecnológica que involucra a varios sectores gubernamentales.
Para especialistas como Manuel Delgado “La solución al problema incipiente del analfabetismo tecnológico no es muy distinta de la que se dio hace un siglo al analfabetismo clásico”. Se necesita educación y políticas de apoyo. Algunas naciones como Venezuela o Colombia comienzan a entender que el analfabetismo digital es un indicador más de exclusión social y de falta de competitividad, algo que debe ser combatido desde la escuela; muchos otros, ni lo ven venir.
Maynor Cruz Batres
Creativos&Medios, Comunicaciones Integradas de Marketing.
Publicado primero en este blog y después en El Periódico. (http://www.elperiodico.com.gt/es/20100802/lacolumna/167341)
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