La humanidad ha avanzado a pasos agigantados. Antes se cuestionaba si la mujer debía votar, hoy el mundo se cuestiona si Ángela Merkel debe reeligirse o si Hillary Clinton debe postularse a la presidencia de USA. En nuestro país también hay destacadas lideresas en todos los sectores. Es cierto que aún falta mucho por hacer, aún hay injusticias, exclusión, desigualdad e incluso el tema del feminicidio; sin embargo, el “centro de gravedad” se está moviendo.
La mercadotecnia también ha tenido que girar y cada vez más a prisa, porque la mujer moderna es quien lo decide casi todo, como explica la publicista mexicana Olabuenaga: “El sector femenino compra 85% de todo lo que se vende en el mundo, además de influir en la compra de un 10% adicional”. En la Agencia hemos comprobado esta misma tendencia entre los sectores urbanos, medios y altos de la sociedad guatemalteca. Debido a su creciente poder adquisitivo las mujeres se han convertido en el verdadero motor de la economía, por esa razón, cazadores de megatendencias como Tom Peters han advertido: «Olvídense de China, India o la Internet. El verdadero motor de la economía son las mujeres”.
Las mejores prácticas en los mercados las están provocando también esas mismas mujeres que se ríen de viejas técnicas publicitarias que daban como resultado spots de televisión con mamás que cantan y bailan como Mary Poppins, mientras esparcen chispitas mágicas por la cocina.
En el interior del país aún la brecha es abismal, por eso, una de las campañas que más satisfacciones me dio como creativo fue “Niña Educada, Madre del Desarrollo” que realicé en Mercomún para Fundación Castillo Córdova. Me convencí y lo sigo estando, que la mejor inversión social que podemos hacer es educar también a la niña. Generalmente, las mujeres con educación básica administran mejor el dinero familiar que los hombres y procuran que sus hijos se superen. Iniciativas como la del Premio Nobel de economía, Dr. Muhammad Yunus, de dotar de microcréditos a las mujeres han comprobado ser una estrategia exitosa para romper el círculo de dependencia y fomentar el espíritu emprendedor. En su momento fui muy criticado por sectores feministas, porque se decía que el slogan sólo miraba a la mujer en su rol de madre, pero reflexionando sobre los pensamientos del Dr. Yunus, creo que no me equivoqué. -“Cuando una mujer consigue rendimientos por su actividad, los que se benefician en primer lugar son sus propios hijos”.-
Sí, las mujeres están tomado el mundo de hoy por las orejas. Eso es bueno para todos y hay que propiciarlo con creatividad y respeto desde nuestro círculo de influencia.
Maynor Cruz Batres
Creativos&Medios
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